El Día Mundial del Agua, afrontando su escasez
febrero 8, 2013
La primera gran reunión sobre el medio ambiente tuvo lugar en Estocolmo en 1972 y hasta 20 años después no se produce la cumbre con mayor repercusión hasta el momento, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992. En ella se aprobó un programa de alcance mundial -La Agenda 21- y una declaración sobre medio ambiente.
El mismo año de la Cumbre de Río se celebró, en Dublín, la Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente. En ella se establecieron los cuatro principios sobre los que debe pivotar la gestión de los recursos hídricos en el mundo: 1º. El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente. 2º. En el aprovechamiento y la gestión del agua deben intervenir todos los actores implicados, desde usuarios a responsables de las decisiones. 3º. La mujer juega un papel fundamental en el abastecimiento, la gestión y la protección del agua. Y 4º. El agua tiene un valor económico en todos los usos y debería ser reconocido como un bien económico.
Coincidiendo con estos eventos, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a celebrarse a partir de 1994, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de Río contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21. En ese primer día mundial del agua el lema fue "Cuidar de nuestros recursos hídricos es cosa de todos".
Diez años después, en 2002, en Johannesburgo se celebro la primera Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, en ella el Secretario General de la ONU de aquel momento, Kofi Annan, identificó 5 grandes temas como parte de un enfoque coherente del desarrollo sostenible; esos 5 temas son: Agua y saneamiento, energía, salud, agricultura y biodiversidad. Como se puede observar, el agua tiene un papel esencial en cada una de estas grandes áreas clave para el desarrollo en el mundo.
Relacionado con las conclusiones de esta cumbre mundial, en diciembre de 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio Internacional para la acción, "El agua, fuente de vida" 2005 – 2015. El principal objetivo del Decenio consiste en promover las actividades encaminadas a cumplir los compromisos contraídos en relación con el agua y cuestiones conexas. Esos compromisos incluyen los objetivos de reducir a la mitad el número de personas que viven sin acceso al agua potable -para ello, cada día, 274.000 personas se deben incorporar a ese acceso-, detener la explotación no sostenible de los recursos hídricos, fomentar la ordenación integrada de los mismos, elaborar planes sobre la utilización eficaz y reducir a la mitad el número de personas que no tienen acceso al saneamiento básico, 2.500 millones de personas.
Entre los temas que ocupan un lugar fundamental en el Decenio se encuentran: la escasez, el acceso al saneamiento y los servicios de salud, el agua y las cuestiones de género, el fomento de la capacidad, la financiación, la valoración, la ordenación integrada de los recursos hídricos, las cuestiones relativas a las aguas transfronterizas, el medio ambiente y la diversidad biológica, la prevención de los desastres, la agricultura y la alimentación, la contaminación y la energía.
Este año el Día Mundial tiene como lema: "Afrontar la escasez de agua". La demanda de agua crece de manera continua y ello ha traído consigo un alto coste medioambiental; por ejemplo, la mitad de los humedales han desaparecido durante el siglo pasado, algunos ríos ya no llegan al mar y el 20% del agua dulce esta sometida a peligros diversos en su calidad. El concepto de escasez tiene la doble vertiente de carencia de agua o falta de acceso a un suministro de calidad.
Nuestro país es el de mayor déficit hídrico de la Europa continental, sin embargo los gestores disponen de alternativas e instrumentos variados para hacer frente a las necesidades: captación de aguas superficiales o aguas subterráneas, desarrollo de infraestructuras, desalación y reutilización entre los instrumentos fundamentales. El uso óptimo de estos instrumentos pasa por el análisis y el conocimiento profundo de las diferentes vertientes de los mismos.
Tanto a escala nacional como global, son totalmente acertadas las palabras de Director General de la UNESCO: "…la sostenibilidad ambiental, un mejor acceso al agua potable y a los servicios de saneamiento,… dependen en gran medida de la investigación científica", y añade "también es importante reforzar los vínculos existentes entre las instituciones de enseñanza y el gobierno, la industria y el sector privado a fin de promover la innovación".
La Comunidad de Madrid se encuentra en una situación inmejorable para consolidar su posición como referente nacional e internacional en la gestión integral del agua a través de un proyecto de excelencia científica e impacto tecnológico como es El Instituto Madrileño de Estudios Avanzados – Agua (IMDEA Agua). La creación de este instituto consolidará a la CM a la cabeza de España fortaleciendo su competitividad y el potencial de innovación tecnológica dentro de un sector estratégico y con enorme repercusión económica y social.
El Instituto no ha nacido por generación espontánea, sino que surge de la estrecha relación entre diferentes grupos de investigación, con la participación de diversas instituciones, de empresas y de personalidades y científicos de proyección internacional, todo ello coordinado por la Dirección General de Universidades e Investigación. Se trata de disponer de una robusta organización que pueda abordar proyectos relevantes en temas de agua siguiendo modelos de probado éxito.
